Los dos llegaron cojeando: Guy y el perrito
más dócil que había nacido en el patio.
Guy tenía una pierna vendada y el perrito
una de las patitas envuelta en trapos.
cola tal vez de agradecimiento.
Nos caímos, Jacinto Ya lo veo niño Guy. Al perrito se le torció una patita. Ya se la compuse.
¿Y tú? Acércate. No
se lo digas a nadie. Yo
no tengo nada. Me
vendé sólo para consolarlo.
Ermilo Abreu Gómez
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