Patrick Hughes no era un bebé como cualquier otro. Él
nació sin ojos y con una condición que no le permitía estirar los músculos. Los
sueños del padre de Patrick de jugar béisbol o al fútbol o ir de pesca con su
hijo, nunca se harían realidad. Sin embargo, el padre hizo algo increíble.
Cuando su hijo cumplió 2 añitos, lo puso delante de un piano y casi como si hubiera sido su destino, empezó a tocar las teclas como si fuera un instinto natural. Su padre comenzó a enseñarle cómo tocar el piano y esto los unió de una manera muy especial. El dedicó su vida a enseñarle música a su hijo y descubrió que su hijo era un prodigio musical.
Observa esta increíble historia.
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Esta historia es increíble. Realmente nos hace apreciar
lo que tenemos en la vida y lo que damos por sentado.
¡Qué increíble padre e
hijo!
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FUENTE: http://prensa.social
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