2.- El siguiente dedo es el dedo índice. Ora por quienes enseñan,
instruyen y curan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y
profesores. Ellos necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta
a los demás. Tenlos siempre presentes en tus oraciones.
3.- El siguiente dedo es el más alto. Es llamado dedo
medio, corazón o mayor. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora por el presidente,
los congresistas, los empresarios y los gerentes. Estas personas dirigen los
destinos de nuestra patria y guían a la opinión pública. Necesitan la guía de
Dios.
4.- El cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda es nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano. Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los matrimonios, en cuyos dedos anulares llevan la alianza de su matrimonio.
5.- Y por último está nuestro dedo meñique, el más
pequeño de todos los dedos, que es como debemos vernos ante Dios y ante los
demás. Como dice la Biblia, “los últimos serán los primeros”. Tu meñique debe
recordarte orar por ti. Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos,
verás tus necesidades en la perspectiva correcta y podrás orar mejor por las
tuyas.
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