Había una vez una niña pequeña que quería una muñeca.
Cada tarde, se hincaba a decir sus oraciones, y a recordarle su deseo a Dios.
“por favor Dios, dame una muñeca para navidad.”
La navidad llegó y pasó, pero no había muñeca para la
niña.
El cumpleaños de la niña era a finales de enero, así que una vez más agregó una petición especial cada noche para su muñeca. “por favor Dios, no quiero otra cosa, sólo mi muñeca.” Cuando abrió sus regalos de cumpleaños, no encontró ninguna muñeca.
Seguía el día de la amistad, y la niña redobló sus
esfuerzos. “no quiero dulces, Dios. Sólo una muñeca, por favor”. Su hermano que
todo el tiempo había escuchado sus plegarias nocturnas, se agotó de oír lo
concerniente a La muñeca. “¿por qué no te das por vencida?”, le preguntó
impaciente.
“Dios no está respondiendo a tus oraciones”. “pero Dios
sí está respondiendo a mis oraciones”, contestó la pequeña.
“¿Cómo es posible que Dios esté respondiendo a tus
oraciones?”, respondió su hermano. “la navidad llegó y pasó, y recién fue tu
cumpleaños, y todavía no tienes tu muñeca. Dios no está respondiendo a Tus
oraciones.”
“Sí lo está”, repitió ella, “Dios me está diciendo que
¡NO!”
2 comentarios:
HERMOSO !!!!!!!!!!!1
LOS NIÑOS SON SABIOS...
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