Cuentan que un día Gandhi estaba sentado junto a un río y
alguien le preguntó por qué no le gustaba el cristianismo. El Mahatma dijo que
su disgusto no era con el cristianismo, sino con muchos cristianos.
Para explicar por qué decía eso, metió la mano en el río,
sacó un canto rodado y dijo:
—Muchos cristianos son como esta piedra: llevan
toda la vida mojándose en el río de la Verdad, pero si los abres por la
mitad...
Gandhi golpeó la piedra contra otra mucho más grande.
La piedra pequeña se rompió por la mitad y él la mostró a
quienes le escuchaban.
—En su interior están secos como esta
piedra-explicó-; no les ha entrado nada del río que lleva toda la vida mojando
su exterior.
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