Había una
vez tres amigos a los que le gustaba estar juntos; pero uno de ellos era
negrito y quería ser blanquito. Un amigo empezó a investigar la forma de como
volver a su amigo blanquito y encontró que en un pueblo muy lejano había un mar
donde si el niño entraba cambiaba de color. Entonces le dijo al amigo: - Ya se
la forma de como volverte blanquito. El amigo le dice: – Si, ¿cual es? -
Tenemos que viajar a un lugar donde hay un mar que te puede cambiar de color.
El amigo le dice: - Bueno, ¡vamos, no esperemos más! Se pusieron en marcha los
tres amigos, primero viajaron en tren, pasaron muchas dificultades hasta que
por ultimo llegaron al lugar que le habían dicho. Para su sorpresa, encontraron
que era un mar de chocolates. Emocionados se dejaron llevar por sus deseos y
terminaron dos de ellos metidos dentro del chocolate comiendo ese delicioso
manjar. De pronto el negrito le dice: - Amigos salir para meterme yo y poder
cambiar de color. Ellos contestaron: - Ven y nos bañamos todos juntos. Se metió
en el mar y y cuando ya estuvieron saciados salieron y se dieron cuenta que los
que habían cambiado de color eran ellos, los amigos del negrito. Se pusieron a
llorar y dijeron: - Perdónanos solo queríamos que tu fueras como nosotros.
Dios, ayúdanos a salir de esto, de hoy en adelante aceptaremos a todos como
somos. No nos dimos cuenta que lo que cuenta es lo que esta en el corazón. De
un momento a otro el chocolate que tenían en sus cuerpo se derretía e iba
cayendo lentamente. Miraron al cielo y le dieron gracias a Dios.
Moraleja: Las
personas se deben aceptar tal cual y como son, no importa su color, su religión
o sus costumbres.
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