Desde que la abuela quedó en
estado vegetal, cada mañana este hermoso perrito sube a la cama de la abuela y
le da un tierno y cálido abrazo lleno de amor... Y permanece así por mucho más
de 2 largas horas.
Los animales poseen poderes y
dones que Dios les dio, al grado de lograr sanar a las personas que están cerca
de ellos.
La abuela abrió sus ojos después de 1 mes de estar dormida, y lo primero que preguntó al despertar fué: ¿Donde está el señor vestido de blanco que viene cada mañana a abrazarme y me dice al oído que todo estará bien?
Dios utiliza cualquier ser
vivo para hacernos sentir su presencia y ayudarnos en los momentos más difíciles.
¿Que mensaje nos deja esta historia?
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